Crucifijos

Ayer, buscando el teclado lavable para C., sacamos mi breve colección de crucifijos, había 2 comodines, pero esencialmente:

Estaban metidos en un sobre de cuero que creo que me trajero de canarias, con un sol mirando de frente. Tras un tiempo sin sacarlos, me parecía, todos juntos y hacinados, herramientas supersticiosas. Se veía en ellos el apego que les había tenido. Algunas palabras que me vienen a la mente sin ningún motivo en particular: reliquia, tótem, claustrofobia.

* Este era el que tenía de cabecera y llevaba a todas partes. Lo ponía frente a mí en mi mesa, cuando estudiaba. Me acordaba de cuando, en las meditaciones, el sacerdote jugaba con el crucifijo que llevaba sobre la mesita cubierta de terciopelo a medida.